By Federico
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Todo el mundo culpa al cloro de esa rojez que provocan los chapuzones piscineros, pero en realidad el culpable es otro elemento, de nombre parecido pero bastante más desagradable: son las cloraminas, un compuesto químico que se genera por la presencia de fluidos corporales en el agua, como la orina y el sudor. El nitrógeno de estos fluidos se reacciona con el cloro y provoca el picor, la quemazón y los ojos rojos.
Esto también afecta al olor, ya que el famoso “olor a cloro” no es tal, sino que las piscinas no tienen que oler a sustancias químicas, por lo que cuanto más fuerte es el olor más sustancias tiene.
Para que disfrutes de un baño sin preocupaciones, te damos algunos consejos:
- Dúchate antes de entrar en el agua, y nuevamente al salir de la piscina.
- Si tienes una urgencia… ¡ve al baño! Y recuérdaselo a los pequeños de la casa.
- Procura no tragar agua, ni siquiera meterla en la boca.