Con la entrada al colegio, son muchos los detalles que los padres, siempre en compañía de profesores, pueden notar en el comportamiento y salud de sus hijos, todos con el fin de remediarlos antes de que sea demasiado tarde.

Uno de estos puntos tiene que ver con la salud visual, que debe tenerse en vigilancia desde el mismo nacimiento y detectar oportunamente anomalías que se puedan corregir.

De existir algo que esté impidiendo este proceso, el ojo se encarga de dar la alerta. La edad para notar las dificultades va de tres a doce años, etapa de plasticidad que resulta ideal para corregir cualquier problema naciente.

A tener en cuenta

Los padres son los primeros responsables de la salud de los niños, y siempre deben estar atentos ante los siguientes signos de alerta.

–          Si el niño debe acercarse mucho a la pantalla del televisor, o en el caso más avanzado, al computador o tableta.

–          Constante frotado de ojos, en ocasiones uno más que el otro. Se descarta cuando presenta señales de sueño o cansancio.

–          Cuando entrecierra los ojos para ver de lejos.

–          Ojos no alineados, sea hacia adentro o hacia afuera. Esta condición también se asocia cuando el niño cierra un solo ojo ante la luz intensa (sol).

–          Cuando el niño se tropieza con frecuencia y calcula mal las distancias.

–          Alinear los pies en tratamiento ortopédico también es importante en los problemas de estabilidad.

–          Verificar que el niño no adopte posiciones extrañas con la cabeza, pues evidencian un signo de no alineación en ojos.

–          La fotofobia intensa y prolongada, pues se asocia con un defecto refractivo.

–          Cuando el niño tiene dificultad al identificar los colores, pues se relaciona con alteraciones de la retina.

–          Enrojecimiento de ojos y lagrimeo con frecuencia, denotan un esfuerzo visual.

–          Restricción del campo visual que se detecta con el constante tropiezo con objetos a su alrededor.

–          Historia familiar de glaucoma.

–          La nutrición visual es importante. La ingesta de vitamina A y C ayudan además del consumo de zanahoria, calabaza, mandarina, kiwi, col, remolacha y brócoli, entre otros.