¿Alguna vez has sentido una pequeña irritación o enrojecimiento en tus ojos? Esto puede ser debido a que algunas partículas como la arena o el polvo se han introducido en el ojo. Los factores responsables de este fenómeno abarcan desde el viento que puede contener polución hasta tareas tan cotidianas como la limpieza.

Estas situaciones pueden producir síntomas de una abrasión corneal. Se trata de una lesión ocular que puede llegar a provocar algún rasguño en una parte de tu córnea. Por eso es muy importante actuar a tiempo. La córnea es una estructura de nuestro ojo que permite el paso de luz desde el exterior al interior del ojo, protegiendo el iris y el cristalino.

¿Cómo actuar en estos casos?

• Es muy importante, que la persona afectada no se frote los ojos, ya que los granitos de arena pueden llegar a dañar la superficie del ojo, e incluso llegar a provocar una infección.
• Tendremos que examinar cuidadosamente nuestro ojo con las manos bien limpias.
• A continuación, una vez localicemos donde se encuentra la partícula irritante, tendremos que lavar el ojo con agua limpia las veces que sea necesario (También puedes inclinar la cabeza, para acumular la arena en el mismo espacio y que resulte más sencillo)
• Por último, hay que parpadear muchas veces para eliminar aquello que molesta.
• Si la molestia continua, no dude en visitar a un especialista.

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